Daniel Hernán Ángel Calderón, tesista de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha, nunca imaginó llegar a Francia y más aún haciendo lo que más le gusta. Desde pequeño nació en él el gusto por la música, la que fue forjando en distintas agrupaciones folclóricas de Viña del Mar y Valparaíso, destacando su habilidad para tocar el acordeón. El año 2006 recibe su primer instrumento de regalo con el cual aprendió los acordes, inspirado en el acordeonista viñamarino José Chinino.
En menos de dos meses ya formaba parte de un grupo de cueca de Viña del Mar y realizaba presentaciones en distintos lugares de la ciudad. Esta instancia le permitió observar a José Chinino y asimilar las técnicas y acordes que lo llevaron a ser considerado uno de los mejores en su especialidad.
Posteriormente, Ángel se retiró de lo que él llama el estilo “folclórico huaso” para involucrarse con la música bohemia de Valparaíso y con los artistas de la época de los ´60. Formó parte de la agrupación Sabia Porteña y grabó un disco con el grupo La Isla de la Fantasía.
Su interés por la música y por el acordeón fue creciendo y comenzó a participar en distintas competencias, ganando en la mayoría de ellas. Sin embargo, el triunfo obtenido en el Primer Concurso Nacional de Acordeón organizado por el Conservatorio Nacional de San Bernardo, le permitió dar el gran salto. En el jurado se encontraba el acordeonista francés Frederic Deschamps, presidente de la Confederación Mundial de Acordeonistas, quien observó su talento y decidió ofrecerle ocho meses de clases gratuitas en su ciudad natal, La Selle-Sur-le-Bied.
De esta forma, el 29 de marzo Hernán Ángel dejó el sector Siete Hermanas de Forestal y a su familia, para realizar su primer viaje a Europa. Hoy se encuentra en plena etapa de perfeccionamiento, realidad que lo mantiene esperanzado por su futuro profesional y musical.
Luego de cinco años en la UPLA se siente satisfecho y contento por hacer lo que más le gusta. Se considera de bajo perfil, introvertido. Sin embargo, manifiesta que su perfeccionamiento en acordeón piano y la experiencia que obtendrá en Francia la traspasará a estudiantes de la región y ayudará a abrir nuevas puertas a los músicos chilenos.
-¿Cómo se gesta esta oportunidad de viajar a perfeccionarte a Francia?
“Todo partió en noviembre de 2012 cuando se realizó el Primer Concurso Nacional de Acordeón organizado por el Conservatorio Nacional de San Bernardo. En esa oportunidad estaba invitada la Confederación Mundial de Acordeonistas representada por su presidente Frederic Deschamps. El se dedica a la pedagogía del instrumento, teniendo una técnica bastante rupturista, considerado uno de los mejores profesores influyentes en esta área a nivel mundial. Se caracteriza por dar clases a los acordeonistas de todo el mundo y en todo los idiomas, y al ver mi participación y la obtención del primer lugar del concurso me propuso dictarme clases gratuitas, pero en Francia. Yo sólo tuve que costearme el pasaje”.
-¿En qué consisten estas clases?
“Las clases consisten en el traspaso de la técnica y sus conocimientos y ponerlo al servicio de nuestra cultura. Lo que quiere (Deschamps) en el fondo es que me perfeccione y muestre los ritmos chilenos, la cueca, el huayno, música chilota y presentarlo al público francés y europeo. Una vez finalizado el perfeccionamiento el profesor nos llevará a un concurso mundial que se realizará en Finlandia que pone a disposición una orquesta para acompañar la obra.
El no enseña teoría, solamente toma un repertorio y empieza a trabajar ciertas metodologías para poder abordarlos. Trabaja mucho la memoria táctil, el bloquear distintas extremidades, la postura del brazo y la expresión facial. Va desde la ergonomía al cómo uno piensa, pasando por la imagen visual para replicar los movimientos corporales al momento de la interpretación”.
-¿Qué significa para ti este viaje y el perfeccionamiento?
“Es un viaje muy significativo, tomando en cuenta que es otra cultura, otro idioma. Además, esto es una gran oportunidad para aprender a expresar mis sentimientos a través del instrumento. Quiero aprovecharlo a full para poder generar un movimiento acordeonístico y abrir las puertas a la gente que hace música en Chile. Es una gran oportunidad para trabajar y creo que este viaje marcará mi futuro, al cual adicionaré mi título de profesor en Educación Musical. Es un portal para llegar a otra cultura y otros contactos, porque el nivel en Europa es extraordinario. Deseo poder transmitir mi experiencia y aprendizaje y proponer esta metodología en las escuelas de música de la región”.
-¿Cuánto duran las clases?
“Las clases duran ocho meses. Entre marzo y noviembre de 2013 estaré en La Selle-Sur-le-Bied, Francia, junto a varios jóvenes que están pagando por la misma clase que estoy recibiendo gratis”.
-¿Qué elementos destacas en tu paso por la UPLA y que te servirán en estos meses en Europa?
“Lo que más destaco es la formación que entregan los académicos, el compañerismo y la gran diversidad que podemos observar. El roce artístico entre los estudiantes es bastante positivo, ya que se mezclan las distintas disciplinas en todos los lugares de la Facultad de Arte. También rescato la presencia de los elencos, ya que permiten poner a prueba los conocimientos teóricos adquiridos. Para mí fue muy importante mi paso por la universidad, ya que descubres que no entras a estudiar música propiamente tal, sino que estás estudiando Pedagogía en Música. Esa diferencia que te la recuerdan a diario los profesores, sirve para saber que terreno pisas”.